A mi novio, Aitor, le encantan los gatos y para que no se sintiera solo me pareció buena idea regalarle un gatito cachorrito para que creciera junto a él y le hiciera compañía. Busqué en la página de www.milanuncios.com y encontré una chica en Sevilla que regalaba gatitos cachorros, me puse en contacto con ella y quedamos en que me regalaba una gatita preciosa blanca con manchitas marrones y negras. Al final la muchacha que me ofreció la gatita me preguntó si no querría quedarme con otro gatito macho de rayas amarillitas que no había conseguido encontrarle dueño, y me lo quedé porque como teníamos a su hermanita pensé que podían jugar juntos y hacerse compañía. Así, el día 25 nos dieron a los gatitos, la hembra se llama Yui (amable, cariñosa) y el macho se llama Ryû (dragón), cuando ya teníamos al gordete y teníamos miedo por cómo iban a reaccionar tanto nuestro gordete como los pequeñines al encontrarse.
Me puse a leer por todas las páginas que encontré y en la mayoría decía que no era recomendable mezclar en una casa gatos o perros con conejitos porque el conejo es un animal presa y se sentiría amenazado por los perros o los gatos que son animales de caza. Sin embargo, los gatitos eran muy pequeños, tenían un mes, y en otras páginas había leído que si se criaban juntos también podrían llevarse bien. Así, decidimos que iríamos dejándoles que se fueran relacionando poco a poco. El primer día les pusimos en el salón para que se fueran acostumbrando a su olor, y al segundo día ya estaban juntos y revueltos y se llevaban genial. Los gatitos maullaban mucho porque eran muy pequeños y se acurrucaban y jugaban con nuestro belier que era más grande que ellos. Como vimos que no se maltrataban ni se comportaban mal, al contrario, se hacían incluso mimos entre los 3 pues decidimos que lo mejor sería vigilar por si acaso alguna vez se peleaban o se llevaban mal pero que lo mejor era dejar que se relacionaran entre sí. Veíamos como Chu-chan se acercaba a la camita de ellos cuando dormían y se metía también con ellos, como les olía y a veces les chupaba. Otras Chu estaba tumbado tranquilamente e iban los dos pequeños y se subían encima de él, o se acurrucaban a su lado buscando mimos. Así, no vimos nunca ninguna muestra de mal comportamiento entre ellos ni de mala relación, al contrario así que estamos bastante contentos de que se lleven bien :).
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